Esta
investigación se propone transitar por una primera etapa de identificación
de las oportunidades de actuación en las edificaciones en las manzanas
frentistas a 18 de Julio, entre las calles Ejido y la Plaza Independencia, a
los efectos de contribuir a la construcción de nuevas herramientas para
revitalizar el centro de la ciudad.
La Universidad a través de sus servicios ha cumulado conocimiento sobre los
procesos sociales, económicos, políticos y físicos que ocasionan la perdida
de vitalidad del Centro.
ero no hemos aun consustanciado esas reflexiones en investigaciones de campo
operativas, es decir con la intención de identificar oportunidades donde
operar para desencadenar procesos que las propias fuerzas de la sociedad
sean capaces de llevar adelante.
Creemos que es el momento de ensayar nuevos instrumentos urbanísticos, más
relacionados con la población y las oportunidades de actuación tanto de los
poderes públicos como de los promotores privados.
El objetivo principal de esta línea de investigación es intentar aprender –a
partir de las múltiples experiencias llevadas a cabo en el mundo
contemporáneo--, de la realidad nacional y local.
En síntesis, intentar arribar a un producto capaz de ser útil a los técnicos
tanto de la actividad pública como privada, al mismo tiempo que alimentar la
capacidad de innovación en las capacidades de propuesta de los futuros
egresados.
La matriz urbana fundacional como soporte del paisaje cultural
La fundación de la ciudad originalmente llamada de San Felipe y Santiago de
Montevideo, fue el resultado de un proceso tardío de la colonización
española en el Rio de la Plata,
Obedeciendo a estrategias político-militares de defensa de esos territorios
frente al avance colonial portugués, la fundación de Montevideo aprovechaba
la geografía defensiva del lugar, constituida por una pequeña península
rocosa que cerraba la Bahía de aguas profundas donde se ubicaba el puerto,
protegida desde en su otro extremo por una elevación desde la cual se podía
vigilar toda entrada de navíos extranjeros.
Su primer trazado, obedeciendo a las leyes de indias, consistió en un damero
a medios rumbos en el que se reservó para plaza Mayor la manzana más elevada
y central del trazado.
Limitando esta plaza por el sur, cobra importancia la calle San Carlos (hoy
Sarandí), no por sus dimensiones, sino por ser el eje principal de
atravesamiento oeste este, uniendo el extremo de la península en el mar (hoy
escollera Sarandí) con la puerta de la Ciudadela, que cerraba las murallas
defensivas hacia el resto del territorio.
Cuando el 25 de agosto de 1829, la flamante República independiente, a
través de su recientemente constituida Asamblea General Constituyente aprobó
la ley por la que se disponía la demolición de las fortificaciones, se
comienza paralelamente a delinear lo que se denominó la Ciudad Nueva:
ampliación en damero que alojaría a los vecinos ya instalados en extramuros,
Esta nueva ciudad, compuesta de 136 manzanas -que mantiene las cien varas de
lado de la ciudad colonial pero desconoce la orientación a medios rumbos-, y
en cuyo trazado incorpora dos plazas que corresponden aproximadamente a la
mitad Este de la actual plaza Independencia y a la actual plaza Cagancha,
constituye la huella territorial sobre la cual habrá de construirse el
paisaje cultural de lo que se conoce como “el Centro” de Montevideo, barrio
destinado a ser escenario del proceso de modernización económica, social y
cultural de la cuidad.
Es éste el territorio que nos interesa en esta investigación. Y en especial,
el eje de ese nuevo trazado, que siguiendo la línea de mayor altura de la
colina, delineó la continuación en línea recta de la calle San Carlos
(Sarandí), desde la puerta exterior de la antigua Ciudadela hasta el cruce
con el Camino de Maldonado (actual Barrios Amorín), definiendo la que sería
la Avda. 18 de Julio: arteria principal de la ciudad moderna.